Con la edad del universo, se
desliza impávida entre sombras o luces.
Arrogante, inmutable, cabal;
no duda, no sospecha, sabe con precisión.
No se equivoca, no se distrae
con reflejos de su figura ni se sensibiliza con razones fundamentales.
No necesita razones, ni
oportunidades, nunca llega tarde, ni se adelanta en su gestión.
Jamás has de engañarle ni has
de recibir oportunidad de su parte.
Solo pasa y se lleva lo que
llegó a buscar.
Extraído de "Aquello que no Decimos" C. Fabian FARIAS
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