miércoles, 11 de marzo de 2015

Simbología del anillo y su posición.




    Los anillos, además de ser un complemento de estética, presentan otros muchos significados, el dedo en el que se coloca expresa distintos aspectos de la personalidad, presenta variaciones si lo usamos en la mano más hábil (la derecha, si eres diestro, la izquierda si eres zurdo) o en la menos hábil (la derecha para los zurdos, la izquierda para los diestros)

Dedo Pulgar

    El anillo en el dedo pulgar de nuestra mano más hábil indica un carácter autoritario y pocos escrúpulos para imponernos sobre los demás, aunque para ello sea necesario usar la fuerza. El anillo en el dedo pulgar de nuestra mano menos hábil indica que solemos dejar que otros se impongan sobre nosotros.
                                    
 Dedo índice

  
Un anillo en el dedo índice expresa nuestra capacidad para el liderato, y el deseo de poder, también indica nuestra auto-estima. Si se usa en nuestra mano más hábil indica nuestra seguridad en el liderato hacia los demás, si se usa en nuestra mano menos hábil expresa facilidad para dejarse dirigir.

Dedo corazón

   
Si nos ponemos el anillo en este dedo indica nuestro conocimiento del bien y del mal, y nuestra capacidad para diferenciarlas. Si usamos el anillo en el dedo corazón de nuestra mano menos hábil expresamos que solemos pedir indicaciones a otros sobre lo que está bien y lo que está mal.


Dedo anular

   El anillo en el dedo anular de nuestra mano más hábil indica gran creatividad, y capacidad de usar esta para solucionar los propios problemas. Si usamos el anillo en el dedo anular de nuestra mano menos hábil indicamos nuestra capacidad de enseñar a los demás a utilizar su creatividad.

Dedo meñique

   El anillo en el dedo meñique de nuestra mano más hábil indica unas grandes capacidades de comunicación unidas a un gran poder de persuasión. Si llevamos el anillo en el dedo meñique de nuestra mano menos hábil expresamos nuestra capacidad para entender lo que los demás quieren decirnos, y nuestra tendencia a dejarnos dirigir.

jueves, 29 de enero de 2015

Definición del anillo de la trinidad


Un anillo de la triple trinidad es una pieza de joyería (por lo general un collar o un anillo) que se compone de tres anillos entrelazados. No hay dos anillos que están unidos, de modo que si uno de los tres anillos se retira, los otros dos ya no estarán conectados.


Connotaciones religiosas

Que los anillos son imposibles de separar tradicionalmente ha representado que la unión hace la fuerza. La palabra "trinidad" se deriva de la palabra latina "trinitas", que significa "tres son uno." Ellas también son un símbolo de la fe inquebrantable de un individuo. En el cristianismo, los tres anillos representan a la Santísima Trinidad (el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo).

Significado

El significado de un anillo de la triple trinidad es similar al de un nudo de la trinidad o "triquetra". La forma de las piezas de enclavamiento del anillo de la trinidad forman la forma de un nudo de la trinidad. La diferencia es que un nudo de la trinidad está hecho de una línea continua, mientras que un anillo de la trinidad se compone de tres círculos separados. El anillo de la triple trinidad y el nudo de la trinidad son parte de la cultura celta y se utilizan a menudo en los compromisos o alianzas de boda.

Origen

Los anillos de la triple trinidad también se conocen como anillos de Borromeo. El nombre proviene de la familia Borromeo, una familia italiana cuya cresta se ha representado en los anillos desde el siglo 15. Aunque los anillos no se popularizaron hasta que la familia Borromeo los presentó en su escudo de armas, hay registros anteriores de los anillos. Los anillos están presentes en un manuscrito del siglo 13 que representa a la Trinidad cristiana. También han aparecido en la imagen de las piedras nórdicas del séptimo siglo.

Referencias culturales

Estos anillos están a menudo asociados con la ciencia, en particular geometría. En las clases de ciencias, son comúnmente conocidos como diagramas de Venn. En algunas partes de los Estados Unidos, esta configuración de los anillos es también conocida como anillos Ballantine. Este nombre proviene de la fábrica de cerveza Ballantine, que usa los anillos en su logotipo de la compañía de cervezas. El psicoanalista Jacques Lacan modeló su topología de la mente humana después de los anillos. Cada uno de los tres anillos en su topología representa una parte de la realidad: lo real, lo imaginario y lo simbólico.

Dato curioso
Es imposible para los anillos de Borromeo formarse a partir de círculos geométricamente redondos. Puedes utilizar elipses que tienen variaciones muy pequeñas de un círculo perfecto, pero no puede ser un círculo perfectamente redondo.

lunes, 26 de enero de 2015

8vo. DELIRIO. ENERO.



El agua estaba rizada; el sol atardecía sobre las montañas y apenas entibiaba sus mejillas. Se había sentado a escribir, pero no escribía, solo veía como las figuras doradas sobre el agua jugaban con el movimiento. No habían sonidos urbanos, solo la naturaleza murmuraba entre las rocas, sobre el pasto, entre la maleza.
Hacía pocos minutos que había apagado la música y  se quitó los auriculares. El movimiento del agua en acuerdo con el sol, dibujaba y desdibujaba fractales; en algunos sectores más cercanos a la orilla, la claridad le dejaba ver las rocas del fondo, las que parecían danzar en un complejo e irregular bamboleo.
Dirige la mirada hacia las montañas, deseando que el sol se detuviera, que no terminara de ocultarse.
Una canoa, cruza con tanta lentitud, que parece no dejar estela. Su tripulante va viéndole y apenas agacha la cabeza saludando. El, le responde del mimo modo.
. – Es extraño. – piensa.
Levantó apenas un poco más la vista y la otra orilla no se veía; la extensión de agua se perdía tras el horizonte.
. – Es extraño. – volvió a pensar. – Creo que nunca había estado tan tranquilo.
Dirige la mirada a sus pies y estaban descalzos, luego torno su mirada hacia su muñeca izquierda y el reloj digital mostraba “06:30 – 12 – 01 – 2002”.
. – Es como si hubiera despertado aquí, pero interiormente tengo la sensación de que hace horas  me encuentro sentado en el mimo lugar.
A escasos cincuenta centímetros, un pequeño ave blanco y negro similar a una golondrina, se posa sobre el suelo y picotea migas de pan, como si no notara su presencia. Un ave más grande, muy parecida a una garza blanca, planea rasante sobre el agua.
El sol, parece haberse detenido y no termina de ocultarse, como si la naturaleza le hubiese concedido el deseo.
. – Es extraño. – piensa nuevamente. – no recuerdo haber estado en este lugar, pero siento en mi interior que lo conozco muy bien. Es agradable.
Cerró los ojos y aspiro profundamente, frunciendo el ceño por el intenso olor a humedad, haciendo que los abriera rápidamente.
El techo de la habitación, mostraba signos de humedad y gran deterioro. Noto que sus muñecas estaban amarradas a cada lado de la camilla al igual que sus tobillos y que la frente estaba inmovilizada por un cinturón, también a la camilla. A través de ese cinturón y a la altura de sus cienes, salían dos electrodos.
Este panorama lo agito muchísimo y empezó a luchar para liberarse sin resultados. Torció los ojos hacia la derecha, y logró ver la puerta metálica de la habitación, cubierta de herrumbre. Torció los ojos para la izquierda;  sobre la pared y por encima de  una sucia bandeja llena de instrumentos médicos, distinguió un pequeño almanaque, que decía “Enero 1938”.
Se escuchó un chirrido y su cuerpo se estremeció, todos los músculos se tensaron y un inmenso dolor le invadió en todo el cuerpo. Sintió el sabor del trozo de madera que tenía en la boca, mezclado con el de la sangre.
Esto duro apenas dos segundos, aunque para él fue una eternidad. Tras esto, la atención del cuerpo desapareció, y el cerro los ojos y aspiro profundamente, notando como las lágrimas le corrían por las mejillas.  Luego de abrirlos, sintió mucha calma, aunque aún sentía el sabor a sangre y la misma, había ensuciado apenas sus comisuras.
La silla donde se encuentra sentado es muy cómoda, a pesar del chaleco de fuerza. Ve por la ventana de la habitación, como los automóviles circulas velozmente por frente al gran edificio, aunque los sonidos urbanos no invaden la habitación.
En el césped del frente del edificio, un gran cartel de hormigón iluminado por potentes reflectores dice “Centro Enero, de tratamientos siquiátricos”
El, sonríe apenas.
El inmenso silencio de la habitación, permite entender que el balbucea. – Por fin me he decidido y he venido a pescar.

lunes, 19 de enero de 2015

7mo. DELIRIO. EL SEÑOR DEL PIJAMAS.

Se abrió con violencia la puerta de la comisaría y tras ello, un hombre rodo en el piso. Gateo un par de metros y logro incorporarse con dificultad. Tras él, entro el agente que se encontraba de guardia en la puerta, exclamando con tono de preocupación. - ¡Venia corriendo y me sorprendió! ¡No lo pude detener a tiempo!
El cabo que se encontraba en el mostrador, solo observo por encima de sus gafas, casi sin inmutarse. Después de más de 20 años trabajando allí por las noches, pocas cosas le sorprendía.
Este último, noto que el que había irrumpido tan violentamente en la comisaria a las dos de la madrugada, vestía  pijamas, el que se encontraba totalmente mojado por la traspiración.
El pobre hombre al alcanzar el mostrador, con dificultad debido a la agitación, apenas balbucea. – Me tienen que ayudar. – y se desploma desmayado.
Cuando esto ocurre, los dos policías notan la sangre en la mano derecha, acudiendo a auxiliarlo. En ese instante el recién llegado vuelve en sí y rápidamente se incorpora.
Le acercan una silla y lo ayudan a sentarse.
. - ¡Tienen que ayudarme! – insiste.
. – Cuéntenos. – le pide el cabo.
. – Por favor, permítame hacerle toda la historia antes de sacar conclusiones; pero inicialmente le diré que mate a una persona.
. - ¿Por eso la sangre en su mano?
El recién llegado, da vuelta sus dos manos, mostrando sus palmas y la derecha estaba cubierta de sangre al igual que la izquierda, solo que esta última tenía un corte en la palma. Extrañamente, el pijama no tenía salpicaduras.
. – Sí. – y rompe en un llanto.
. – Cálmese, tómese su tiempo. Si no le molesta, ya que es parte del procedimiento, quisiera tomarle muestras de la sangre que tiene en las manos.
El acongojado hombre solo asiente con la cabeza.
Un agente que había asistido al lugar al escuchar los ruidos, se dirige a otra habitación y trae los materiales para tomar muestras. El mismo, recolecta tres; una de la palma derecha, otra de la palma izquierda y la tercera, directamente de la herida.
Una vez que el cabo que atendía el mostrador de entrada notó que el hombre lograba calmarse, le habla. - ¿Cuál es su nombre?
. – Pablo Reich.
. – ¿Lo puedo llamar Pablo?
. – Si claro, como guste.
. – Muy bien Pablo, cuéntenos que sucedió.
Ya un poco más repuesto, agacha la cabeza con una notoria mirada de tristeza y dolor; comenzando a relatar.

Vivo en la calle Cervantes 1428. Esta propiedad era de mi madre que falleció hace cinco años. Desde ese tiempo vivo solo con mi perro Sinatra. Tengo…- y se detiene restregándose los ojos. – tenía un hermano gemelo que hace muchísimos años no sabíamos nada de él. Hace un año, se empezó a comunicar conmigo, insistiendo que quería que la casa de mi  viejita la vendiéramos, para repartirnos el dinero. En cada comunicación, y supongo que por mis negativas, el mismo se volvió violento y llego a amenazarme de diferentes formas.
. ¿Dónde vivía su hermano?
. – No lo sé, nunca le pregunte ya que las conversaciones nunca tuvieron el carácter de saber nada de ninguno de los dos, siempre fueron discusiones por el mismo tema.
. - ¿Sabe si las llamadas eran locales o del exterior?
. – Podrían ser del exterior, ya que se escuchaban muy bajo y algunas veces se cortaban repentinamente.
. – Continúe por favor.

Pues bien; creo que habían pasado seis meses desde la primera vez que hablamos que me empezó a llamar varias veces al día, muchas de las cuales, a altas horas de la madrugada. A la vez, cada tanto, cerca de tres personas que nunca logre identificar, merodeaban la casa por las noches intentando entrar, lo que les fue siempre imposible, ya que la casa está muy bien enrejada. Solo lograron romper algún vidrio en varias oportunidades.
. - ¿Denuncio este hecho?
. – No. Primero, temí que al hacerlo, mi hermano se volviera más violento aún, por otro lado, me sentía seguro que no lograrían entrar y supuse que con el tiempo podría convencerlo de desistir de lo que quería.
. - ¿Cómo se llama su hermano?
. – Se llamaba Pedro.
. – ¿Porque insiste en hablan en pasado cada vez que se refiere a su hermano?
 . – Porque él fue la persona que mate.
El cabo resoplo sacudiendo la cabeza.
. – Por favor, permítame terminar de contarle.
. – Prosiga. – esta vez con un tono más autoritario.

Hace una semana, el tono de las conversaciones cambió, se tornó más dócil y nuestros diálogos dejaron de ser violentos y referentes a la venta de la casa, pasando a ser exclusivamente sobre nuestra madre. Hera como si quisiera que lo pusiera al día con la historia de la familia.
Anteayer, me llamo y me dijo si me parecía bien que me fuera a visitar para charlar y en definitiva volvernos a conocer. Debido a su cambio de actitud accedí, y ayer en la mañana se presentó en la casa. Fue muy extraño, pues hablamos muy poco en la mañana y luego se encerró en el cuarto y no salió. Lo espere y hasta fui a llamarlo para que cenáramos juntos, pero ni siquiera respondió. No quise insistir demasiado, procurando dejar que las cosas se fueran dando solas. Hace una hora tal vez, desperté casualmente y se encontraba al lado de mi cama, con una cuchilla en la mano, viéndome.
Me sobresalte y logre bajar de la cama por lado opuesto con relación a donde se encontraba. Parecía poseído, me empezó a gritar que seguía siendo el tonto de siempre y que me había engañado como a un niño, para que el pudiera entrar en la casa sin que yo opusiera resistencia. Se abalanzo por encima de la cama y logre escapar corriendo, pero logro alcanzarme. Luego de gritarme una cantidad de cosas, intento aculillarme. Lo único que atine a hacer, fue a detener el cuchillo agarrándolo de la hoja, por ello es la herida en la mano. Luego de forcejear por un rato, logre sacarle el arma y separarlo, pero él se abalanzó nuevamente y casi sin darme cuenta, le enterré la cuchilla en el estómago. Me asuste y solté el cuchillo que se encontraba clavado en su cuerpo. El intento agarrarme nuevamente y yo corrí. Salí fuera de la casa para pedir ayuda, pero en cierto momento, mire hacia atrás y el venia detrás mío con el arma clavada en su abdomen, por ello seguí corriendo y llegue hasta aquí.
. – No se preocupe. – prosiguió el cabo. – si corroboramos su historia, no le pasara nada, ya que fue en defensa propia. El agente lo conducirá al baño, lávese las manos y trate de descansar en el sillón de la sala de estar, mientras nosotros hacemos nuestro trabajo, aquí estará seguro.
Amaneció y el comisario llamo al cabo que se encontraba de guardia en el momento que ocurrieron los hechos.
. – He leído su reporte Gutiérrez, y he recibido los informes preliminares de investigaciones.
. - ¿Hay algún problema?
. – Si, hay cosas que no cierran.
. – No entiendo, mi reporte solo dice lo que este señor nos contó.
. – De eso no tengo dudas, confío en usted, lo conozco desde hace mucho tiempo.
. - ¿Entonces?
. – La gente de investigaciones fue a la dirección que nos dio este hombre. Corroboraron que la puerta estaba abierta y que en el interior había signos de lucha, al igual que rastros de sangre.
. – Sigo sin entender. ¿Encontraron algún cuerpo?
. – Ahí empieza el problema. No encontraron ningún cuerpo. Se está peinando la zona en este momento, pero podría asegurar que no vamos a encontrar nada.
. - ¿Perqué?
. – Los análisis de las muestras de sangre de las manos de este individuo, así como las encontradas en la casa, son todas iguales, pertenecen a una sola persona. Por otro lado, este señor, sí tuvo un hermano gemelo, pero murió a los diez años tras un accidente mientras jugaba en el altillo de la casa. Pero eso no es todo, este señor que tienen durmiendo en el sillón, no es Pablo Reich, es Pedro, Pablo Reich es el que murió cuando niño.
Cuando el comisario se disponía a continuar con los inusitados detalles del caso, se detiene bruscamente y queda viendo fijamente a la puerta de entrada de su despacho.
El cabo Gutiérrez se da vuelta para ver, que el hombre en pijamas se encontraba en la puerta viéndoles. Su semblante estaba cambiado, notoriamente presentaba signos de furia y odio. Este, rechino los dientes y dijo. – Presumo que tienen al enfermo de mi hermanito por aquí. ¿Qué estúpidas historias le conto?